viernes, 30 de septiembre de 2011

Sólo importa el mensaje. Julio Pagano


Preste atención. Infinitos mensajes llegan a su vida para ayudar a que cambie, pero así como vienen se van. La rutina, la seguridad, la indiferencia y la costumbre los echan a patadas. La mente social alerta sobre el peligro de escuchar a los desconocidos, teme perder el control. Perpetuar una realidad apática y desequilibrada es el propósito de los que pretenden que el hombre permanezca de rodillas y en las sombras. Deje de matar al mensajero. Escuche. La vida quiere verlo disfrutar. Rompa sus cadenas. Vibre.
Cristo, Buda, Krishna, Mahavira, Lao Tse, Chuang Tzu, un perro, una abeja, un pájaro, una flor, un vagabundo... Qué importa quién transmite el mensaje. Lo que vale es lo que se nos quiere decir. Sólo cuenta lo que la existencia, a través de sus infinitas formas, nos hace llegar para que evolucionemos. Pero si en este momento su mente está horrorizada preguntándose “¿cómo se le ocurre igualar a Cristo con un perro?”, me temo que usted no está comprendiendo lo que intento decir, y quizás sea de los que piensan que sólo los que van a misa están cercanos a Dios.
Las diferencias están en nuestra cabeza. En nuestras particulares formas de percibir y entender el mundo. La existencia no discrimina. Utiliza todo lo que nos rodea para acercarnos aquello que nos quiere decir. Somos nosotros quienes hacemos las distinciones, quien distorsionamos según nuestros miedos, condicionamientos o conveniencias.
Las fronteras y las separaciones son inventos del hombre que muy pronto sucumbirán. Esas divisiones son las que conducen a las guerras, al aislamiento y a la destrucción. Son las que nos hacen creer diferentes. Las que impiden que nos reconozcamos como hermanos y que nos sintamos uno con el Todo.
La realidad es inmensamente rica. Nuestras miradas mezquinas son las que la muestran descolorida y pobre. El pájaro, con su vuelo, nos enseña la libertad. La nube, con sus transformaciones, nos enseña a fluir. La flor, expandiendo su aroma, nos enseña a ser generosos. Todo enseña. A su modo, todo comunica. Varía el lenguaje, cambia la forma de expresión que adopta lo que se nos pretende transmitir, eso implica que debemos estar más atentos, más despiertos, cada día más conscientes.
Si cambiamos nuestra percepción, si ampliamos la mirada y conectamos con la existencia, por medio del corazón, podemos trascender nuestras limitaciones. Y cuando lo hagamos, no importará quien nos acercó el mensaje, porque habremos comprendido que las categorizaciones corresponden a una función de la mente, y que todo, absolutamente todo, forma parte del Creador.
Lo que marca la diferencia no es quién lo dice, sino qué se nos dice. El valor del mensaje está en su poder de transmutación, en su fuerza para impulsar los cambios. Si lo que recibimos nos ayuda a convertirnos en personas más positivas, sensibles y equilibradas, eso es lo que verdaderamente cuenta. El mensajero es como la baranda de una escalera, cumple una función, constituye un medio para ayudar a elevarnos.
No se olvide que la mejor manera de que alguien continúe preso es haciéndole creer que está en libertad. Tenemos que abrir los ojos. Pensamos que somos libres, sin embargo estamos cautivos por nuestras estructuras mentales. Permanecemos inmovilizados por las cadenas de las creencias. Así no hay posibilidades de remontar vuelo.
Si continuamos con el corazón cerrado, sin darnos el permiso de humanizar nuestros días, el sufrimiento, la violencia y la desesperanza serán el aire que respiremos. Aduéñese de su vida. ¿Por qué restar pudiendo sumar? ¿Por qué elegir quedarnos estancados, rumiando penas, pudiendo ser felices? El exterior sólo nos muestra un reflejo de nuestro interior. Si lo que vemos fuera no nos gusta, cambiemos entonces lo que está dentro y mágicamente nuestra vida será otra. Se volverá luminosa.
Aprendamos a conocernos. Descubramos quiénes somos. Recuperemos el vínculo con nuestro niño interior. Sólo cuando demos este primer paso podremos confiar. Recién ahí conectaremos con la esencia de los mensajes. Ese día no importará si fue Cristo, Buda, la naturaleza, una mariposa o una flor quien nos acercó la enseñanza. Habremos comprendido que la existencia, fiel a su naturaleza creativa, se disfraza de millones de maneras para acercarnos aquello que necesitamos saber.... Que caigan nuestras barreras. Demos paso al mensajero. Lo que importa es el mensaje. Julio Pagano

miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Qué son y cómo utilizar Mandalas?

De la misma manera que el popularizado arte del Feng Shui regula la circulación de energía positiva en el hogar, o sea, en el espacio exterior para que inclusive aumente nuestra armonía exterior, también los mandalas proponen utilizar un símbolo exterior para actuar sobre lo más profundo de nuestro ser.
Mandala quiere decir "círculo" en sánscrito, en especial "círculo mágico". Estas figuras no sólo están extendidas en Oriente. En Occidente estuvieron también presentes, sobre todo a través de la cultura cristiana de principios de la Edad Media.
Los Mandalas más clásicos representaban a Cristo en el centro, y los cuatro evangelistas, o sus símbolos correspondientes, en los puntos cardinales (la misma concepción ya había sido usada por los egipcios : Horus en el centro, rodeado por sus cuatro hijos)
Los Mandalas son símbolos muy comunes en la cultura hindú y budista. Se encuentran básicamente en pinturas, pero también en el plano de muchos templos que se construyeron basados en esa estructura.
La mayor parte de los Mandalas tienen forma de flor, cruz o rueda, con una clara simetría basada en el número cuatro (por ejemplo, las cuatro direcciones del espacio).
En Occidente el célebre psicólogo Carl Gustav Jung descubrió que muchos de sus pacientes expresaban libremente sus fantasías dibujando Mandalas arquetípicos, y los que no los dibujaban los bailaban, realizando círculos y formas sobre el suelo con sus desplazamientos.
Con respecto a este descubrimiento casual, se sabe que en la India existe el término mandala nritya que quiere decir, "danza mandala" y que se refiere a un baile primitivo con características meditativas, similares a los giros tipo "trompo" que realizan los derviches sufis (monjes del Oriente Medio ).
Como dijimos, Carl Gustav Jung trabajó intensamente con el efecto curativo de estas imágenes circulares, tanto en niños como en adultos.
Comprobó que pintar mandalas era una terapia efectiva para pacientes neuróticos y esquizofrénicos.
Así es: un mandala puede reflejar el estado del espíritu humano en un momento determinado, iniciando un proceso de autodescubrimiento como primer paso hacia la sanación.
Los intentos de aferrarse a la periferia de nuestro mandala interior -cautivos del mundo exterior y superficial- y de negarse a conectar con nuestro centro íntimo, fracasan.
Por eso, desde el punto de vista terapéutico, la función del mandala es ayudarnos a alcanzar a través de su forma, color y contenido la armonía interna, para rescatar lo más verdadero que hay en nosotros: el centro o nuestro Ser profundo.
Los lamas tibetanos suelen realizar los mandalas con arena coloreada, que representan el Universo que será purificado cada año. Al igual que sucede en el proceso cósmico, el esfuerzo creativo de varias semanas de los monjes se destruye durante un ritual que sólo dura algunas horas. En esas ocasiones se suele derramar el fruto de tanta dedicación sobre las aguas de algún río, como símbolo de la transitoriedad de las cosas y de desapego. Una antigua forma de meditar Las indicaciones para contemplar un mandala son: elegir un lugar tranquilo, hacerse consciente de la respiración, permitir que se haga cada vez más lenta, sin forzar, posar suavemente la mirada en el mandala con la calma de quien por fin llega a su hogar.
Contemplarlo de esta manera brinda serenidad y el sentimiento de que la vida ha encontrado nuevamente un sentido. Dibujar y pintar estos "círculos de poder" es también una vía de meditación, por ese motivo es muy positivo para las personas muy nerviosas, estresadas, y dispersas ya que refuerza la concentración y aleja la inquietud, otorgando seguridad y una sensación de gran libertad. En los templos hindúes y tibetanos, los mandalas suelen permanecer cubiertos con una tela o manto, que se levanta en el momento de iniciar la meditación y se vuelve a desplegar el resto el tiempo con objeto de preservar y concentrar su energía. Se afirma que nuestro espíritu siempre utiliza un lenguaje simbólico como la vida real. El desafío es tratar de comunicarse con él y permitir que se exprese mientras dibujamos, sin estar limitado por las palabras. Al entablar nuevamente la comunicación con nuestra naturaleza más íntima, las puertas de la curación y de la resolución de nuestros problemas comienzan a abrirse.
Los especialistas afirman que el símbolo mandálico también posee un efecto mágico sobre su autor o quien lo contemple.
Dicho beneficio proviene del "círculo protector" o "círculo encantado", cuya magia se ha descrito en innumerables relatos populares. Se dice que con la ayuda de un entendido, y trazando imaginariamente un surco alrededor nuestro, o sea, del centro, se puede frenar el ataque o evitar la distracción de lo que provenga del exterior (lo periférico, superficial, frívolo)
Propuesta para empezar:
Decida qué clase de pintura o lápices usará. También el papel o tela que más le guste.
Siéntese cómodo y realice una serie de respiraciones profundas que lo tranquilicen y progresivamente lo instalen en una actitud receptiva.
Si al comienzo siente que le sale todo mal, trate de no autocondenarse.
Tenga más confianza y suéltese.
Haga de cuenta que es un niño y que está jugando . A medida que empiece a dibujar, irán surgiendo de su inconsciente formas que luego le resultarán significativas en relación a la época de la vida que está atravesando.
Visualizar un mandala durante la meditación o dibujarlo con mucha tranquilidad además de relajarnos, aporta equilibrio y seguridad.
 
¿A quiénes se les recomienda especialmente este tipo de terapia?
A personas adultas:
  • Que experimenten sensación de soledad .
  • Que transitan períodos de cambio
  • Que tienen un permanente sentimiento de enojo
  • Muy nerviosas y con dificultad de concentración.
  • Con falta de autoestima.
  • Que se sienten débiles o tristes.
Y también para niños:
  • Que padezcan trastornos de motricidad.
  • Que no puedan fortalecer su personalidad.
  • Que sean nerviosos o no se puedan concentrar.
  • Muy pasivos y apáticos.

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Qué es un Mantra?

El mantra es una palabra o grupo de palabras sin un contenido semántico específico. Un mantra es un conjunto de sílabas en sánscrito (lengua sagrada del hinduismo y del budismo tántrico) que se recita un determinado número de veces para conseguir un logro, que puede ser mundano (obtener algo, lograr alguna habilidad) o trascendente (el logro supremo, que en el budismo tibetano consiste en la iluminación no solamente racional, sino de la verdadera naturaleza de la mente). También puede definirse como un sonido o combinación de palabras que por su construcción, significado y ritmo, posee la capacidad de concentrar la mente, elevandola.
La palabra es sonido. El sonido es vibración. Vibración es energía. Según el hinduismo, el mantra Om es el sonido primigenio del universo, el origen y principio de todos los mantras.
En la tradición hindú, la función primordial de los mantras es liberar a la mente del condicionamiento material y elevar la conciencia a un plano superior o espiritual
En el budismo tibetano, cada mantra se considera el sonido correspondiente a un cierto aspecto de la iluminación y se recita para identificarse con ese aspecto de la mente iluminada.
Por ejemplo, el conocido om mani padme hum corresponde a la compasión. Se traduce: ¡Oh, joya en el loto!, siendo originalmente el célebre mantra om el símbolo sonoro correspondiente al Brahman, aunque tal mantra pasó a ser parte de una célebre frase budista.

OM MANI PADME HUM. Significado

"OM MANI PADME HUM" "Divinidad, que los pétalos de esta flor se abran para que aparezca la joya de mi yo interior"
El mantra de las Seis Sílabas es el mantra de Avalokiteshvara (Chenrezig en Tibetano) que es el Boddhisattva de la Compasión. La compasión la entendemos como hacernos uno con el sufrimiento ajeno. La compasión es uno de los pilares del Budismo Vajrayana y además se le conoce como La Joya que Cumple Todos Los Deseos. La compasión debe ser entonces uno de los elementos indispensables en nuestro proceso de desarrollo espiritual.
Es conveniente recordar que aunque en esta vida estemos en el plano humano, poseemos negatividades de los otros planos en diferentes medidas, y este mantra purifica las negatividades de todos los planos que existen dentro de nosotros mismos.
La primera vez que se menciona este mantra, es en el Sutra Karandavyuha, que forma parte de algunas doctrinas Mahayana. En este Sutra, Buda Shakyamuni declara: "Este es el mantra más benéfico. Yo planteé esta aspiración a todos los millones de Budas y posteriormente recibí esta enseñanza de parte del Buda Amitabha".

Comentarios del Dalai Lama
Recitar el mantra Om Mani Padme Hung es sumamente beneficioso, pero si somos conscientes de su significado, su fuerza y sus efectos benéficos se incrementarán de manera considerable, ya que estas seis sílabas tienen un significado enorme y muy profundo.
La primer sílaba, OM, está compuesta por tres letras: A, U y M. Estas letras simbolizan el cuerpo, el habla y la mente impuros del practicante. También simbolizan el cuerpo, el habla y la mente puros y sublimes de un Buda. Todos los Budas son seres que alguna vez fueron como nosotros mismos, y al practicar el Camino Espiritual se convirtieron en iluminados. El budismo no cree que exista alguien que desde el inicio esté libre de fallas y que posea todas las cualidades positivas. El desarrollo del cuerpo, habla y mente puros se generan al abandonar los estados impuros para que éstos se transformen de manera gradual en estados puros. Para lograrlo, el sendero a seguir está indicado por las siguientes cuatro sílabas.
MANI, que significa joya, simboliza los factores del método: la intención desinteresada de alcanzar la iluminación, la compasión y el amor. De la misma manera que una joya es capaz de eliminar la pobreza, la mente altruista de iluminación es capaz de remover la pobreza, o sea las dificultades, de la existencia cíclica y de la paz solitaria. Del mismo modo que una joya satisface los deseos de los seres sintientes, la intención altruista de alcanzar la iluminación satisface los deseos de los seres sintientes.
La sílaba PADME, que significa "flor de loto", es un símbolo de la sabiduría. De la misma manera que una flor de loto crece del lodo pero sin ser manchada por él, la sabiduría es capaz de ponerte en una situación de no contradicción en donde debería haber contradicción si no tuvieses sabiduría. Existe sabiduría que nos hace darnos cuenta de la impermanencia, sabiduría que nos hace darnos cuenta de que las personas carecen de una existencia sustancial, sabiduría que nos hace darnos cuenta de la inexistencia de la dualidad (o sea la diferencia entre sujeto y objeto) y sabiduría que nos hace darnos cuenta de la carencia de la existencia inherente. Aunque existen diferentes tipos de sabiduría, la principal consiste en darnos cuenta de la vacuidad.
Se debe alcanzar la pureza al unir de manera indivisible el método y la sabiduría, que está simbolizadas por la sílaba final HUM, que indica indivisibilidad. De acuerdo con el sistema Sutra, esta indivisibilidad de método y sabiduría se refiere a la forma en que una afecta a la otra. En el sistema mantra o vehículo tántrico, se refiere a la conciencia de que la sabiduría y el método son una entidad única e indeferenciable. HUM o HUNG también es la sílaba semilla de Akshobhya, el inamovible, el estable, que no puede ser perturbado por nada.
De esta manera, las seis sílabas OM MANI PADME HUM, significan que en dependencia a la práctica de un camino que es la unión indivisible de método y sabiduría, puedes transformar tu cuerpo, mente y habla impuros, en el cuerpo, habla y mente puros de un Buda. Se dice que no debemos buscar la Budeidad afuera de nosotros, ya que todo lo necesario para alcanzar el estado de Buda está dentro de nosotros mismos.

domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Amor o Enamoramiento? Erich Fromm

Erich Fromm en su libro "El Arte de Amar" habla de una diferencia entre Enamoramiento y Amor.
Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y dejamos caer frente a él o ella las barreras que nos separan de los demás.
Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos más íntimos, tenemos la sensación de que, por fin, hicimos una conexión con alguien.
Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia, dentro de él se producen unas sustancias llamadas endorfinas. Nos sentimos felices y andamos todo el día de buen humor y atontados.
Cuando estamos enamorados nos parece que nuestra pareja es perfecta y la persona más maravillosa del mundo. Esa es la diferencia entre enamoramiento y el amor.
Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados. ¿Que? Así es.
El amor requiere conocer a la otra persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación. No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario es maravilloso. Sin embargo es sólo el principio.
Muchas personas son adictas a estar enamoradas. Terminan sus relaciones cuando la magia de haber conocido alguien nuevo desaparece; cuando empiezan a ver defectos en la otra persona y a darse cuenta que no es tan perfecta como pensaban.
El verdadero amor no es ciego. Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y los aceptas, puedes ver sus fallas y quieres ayudarle a superarlas. Al mismo tiempo esa persona ve tus propios defectos y los entiende.
El amor verdadero esta basado en la realidad, no en un sueño de que encontraste a tu príncipe azul o a tu princesa encantada.
Encontraste a una persona maravillosa, de acuerdo, pero no es perfecta ni tú tampoco. Encontraste a tu alma gemela, pero también los gemelos discuten y también tienen diferencias.
Amar es poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla. El amor es una decisión consciente. Muchas veces oímos de personas que dicen que se enamoraron de alguien y que no pueden evitarlo. Qué se supone que es una cuestión de suerte? Qué se supone que amamos por arte de magia? Qué se supone que alguien mas tiene poder sobre nosotros?
De ninguna manera. Puedes sentir una gran admiración por alguien, puedes desear tener una relación con alguien, puedes estar muy agradecido por lo que alguien ha hecho por ti, pero... no la amas.
El amor nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de intereses mutuos, de sueños compartidos. Tú no puedes amar a alguien que no te ama, o que no se interesa en ti. El amor verdadero es recíproco. Recibes tanto como das.
Si en este momento, tú mismo tienes un "amor imposible" debes estar molesto conmigo tal vez estás pensando: Cómo es posible que me digas esto? Qué no ves que es amor lo que siento?
No te culpo, yo también tuve alguna vez amores imposibles y también sentí la frustración de que esa persona no me hiciera caso o me abandonara. Pero te repito. No puedes amar a alguien que no te ama.
Haz este experimento: Llena el espacio en blanco con el nombre de tu "amor imposible"
*Amo intensamente a________________ aunque no muestre el más mínimo interés en mi.
*Nunca voy a estar con_______________ pero lo amaré por siempre.
*Voy a amar a ____________ sin importar que me trate mal o no me haga caso.
*Si no tengo el amor de ____________ no amare a nadie más.
Como te sientes? Alguna de estas frases te suena familiar?.

Las frases anteriores no hablan de amor verdadero, hablan de lo siguiente:
*Baja autoestima: tú no mereces ser ignorado por nadie, mucho menos ser tratado mal.
*Temor de hacerte responsable de tus sentimientos: si te aferras a alguien que sabes no podrás conseguir, te evitas el trabajo de buscar a alguien que te haga caso.
*No hacerte responsable de ti mismo: Si le das a alguien más poder sobre ti, evitas tomar tus propias decisiones.
*Miedo: que tal si en lugar de estar sufriendo por esta persona en particular, te olvidas de ella y te pones a buscar alguien con el que si puedas tener una relación? Lo has intentado verdad?, pero no puedes.

Ahora llena las siguientes frases con el mismo nombre:
*Pienso que__________ es maravilloso(a) pero como se que hay pocas probabilidades de que exista algo entre nosotros, buscaré alguien que esté disponible para mí.
*Veo que____________ no puede ver lo mucho que valgo, buscaré alguien que pueda.
*Yo soy un ser humano digno de amor y respeto, si__________ no me lo da, alguien mas lo hará.
*Me amo, así que nunca mas permitiré que__________ me menosprecie.
Las frases anteriores si hablan de amor verdadero. Amor por ti mismo, que como ya dijimos es la base del amor.
En resumen:
*El enamorarse no es lo mismo que amar.
*Tú decides a quien amar.
*No puedes amar a quien no te ama.
*El amor esta basado en la realidad.
*El amor no es ciego.
*Si, el amor esta basado en la realidad, pero también tus sueños los puedes alcanzar.
*Por eso analiza y busca la forma de encontrar el amor en la persona de tus sueños.
"Empezamos a amar no cuando encontramos una persona perfecta, sino cuando aprendemos a ver perfectamente una persona imperfecta."
Fuente: "El arte de amar" Erich Fromm

A los chicos nos gusta...

Que los grandes se pongan a nuestra altura para poder mirarlos a los ojos cuando nos hablan.
Que nuestra familia nos demuestre que nos quieren, con besos y mimos. Y que reciban bien nuestros besotes (aunque estén pegagosos de caramelos), nuestros dibujos y regalitos.
Que jueguen y charlen con nosotros, y nos escuchen "con ganas".
Que nos hagan notar nuestros adelantos y nos ayuden a corregir nuestros errores.
Que nos dejen ver sus alegrías, sus penas, sus rabietas... y comprendan las nuestras.
Que nos respondan con claridad y sinceridad cuando preguntamos algo. ¡Ah! Y que nos expliquen por qué no hay que hacer algunas cosas.
Que en la mesa conversen de algunos temas que todos entendamos, para poder participar.
Que nos dejen ayudar en algunas tareas.
Que nos quieran tal como somos, porque nosotros los queremos... hasta con sus "defectos".
Que nos hagan sentir que somos tan importantes para ellos como ellos lo son para nosotros.
Tomado de la Web

domingo, 11 de septiembre de 2011

La vida es como un espejo. Gandhi

Le preguntaron a Mahatma Gandhi, cuáles son los factores que destruyen al ser humano?...
Él respondió así:
La Política sin principios,
el Placer sin compromiso,
la Riqueza sin trabajo,
la Sabiduría sin carácter,
los Negocios sin moral,
la Ciencia sin humanidad y
la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes, si yo estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si yo les sonrío;
que hay caras amargas, si yo estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente es enojona, si yo soy enojón;
que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido!!..
La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa!!...
O sea, que la actitud que tome frente a la vida,
es la misma que la vida, tomará ante mí!!..
¡ EL QUE QUIERA SER AMADO, QUE AME !....

sábado, 10 de septiembre de 2011

Su mundo puede cambiar. Julio Pagano

Cada uno tiene en sus manos la posibilidad de ayudar a construir un mundo más cristalino.
Esté donde esté. Tenga la edad que tenga. Viva como viva. Sepa que puede cambiar su mundo. Puede transformar su realidad. La magia interna existe. Modificar el rumbo sólo requiere de una simple cuestión de actitud que abre las puertas a una nueva percepción sobre la vida. La felicidad y la alegría dicen presente si uno se anima a fluir con la existencia, si uno tiene la osadía de abrir su corazón. Somos responsables de nuestros actos. Ningún mortal puede arrebatarnos el derecho de volar hacia la luz y de co-crear un mundo más humano, sensible y armónico, donde el sentir no sea una utopía y el amor reine para siempre.
No sería novedad que algunos de los que lean estas líneas me crean un desquiciado, al que sería bueno internar. Así es como piensan los muertos. ¿Qué muertos? Los que tienen sus mentes encofradas en la codicia y no dejan que sus corazones florezcan. Es cierto que usted los ve desenvolverse dentro de la sociedad, ocupando diferentes roles y actividades, pero no se deje engañar... están muertos. Son cuerpos que caminan, respirando inconciencia, hacia una tumba que les dará la ilusión de que han vivido.
Los muertos en vida son fáciles de identificar. Viven aparentando. Aparentan amar, aparentan ser felices, aparentan vivir, aparentan saber, aparentan disfrutar. Sólo aparentan. Palabras como acumular, estatus, poder, dinero y prestigio son una constante en sus bocas rígidas, que ya no recuerdan cómo era sonreír. Ellos son los maestros de la confusión. Son los que nos quieren hacer cree que no es más feliz el que menos necesita, sino el que más tiene. Muertos son también los que abusan del alcohol y de las drogas para sentirse vivos. Los que explotan a los demás para creerse importantes. Los que hacen de su imagen un culto. Los que no se animan a vivir su propia vida. Los que le temen al cambio. Los que no se animan a crecer. Muertos. Están muertos.
Morir puede que parezca una cuestión que está relacionada con el tiempo, sin embargo es más que nada una actitud hacia la vida. La clave está en poder sentir, pero para eso hay que dar un paso previo: abrir el corazón. Si lo logra, si se permite sentir, su percepción del mundo cambiará. Nacerá de nuevo. La vida estallará en mil colores, aromas y sonidos. Verá la divinidad manifestarse en todos y en todo. Su ser interno danzará dentro de un mar de inexplicables sensaciones nuevas. Conocerá la dicha de estar vivo. La bienaventuranza besará sus labios.
Es cierto que desde el punto de vista objetivo usted seguirá inmerso en la misma realidad. Las paredes de su casa serán las mismas, tendrá los mismos vecinos, continuará conduciendo el mismo auto, etc; la diferencia estará dentro suyo. Usted ya no será el mismo. Verá con ojos nuevos. Obtendrá profundidad y sensibilidad. Su mundo se vestirá de fiesta. Será una celebración constante, porque aprenderá a reconocer cuáles son las cosas que verdaderamente importan. Se sentirá un privilegiado.
Puede que parezca simple, pero sentir no es tan sencillo como parece. La coraza interna que en su momento fue funcional, porque nos ayudó a no sufrir y a soportar los golpes del destino, asfixia cuando uno intenta dar los primeros pasos de apertura. Recién ahí, uno toma verdadera conciencia del grosor de la armadura y reconoce que para sentir hay que tener la valentía de volverse vulnerable.
No existen fórmulas matemáticas para el desarme. Sólo puedo sugerirle que apague el ruido de su mente. Escuche. Hay una voz en su interior que le implora que cambie. No tema. Nunca es tarde. Déjese guiar por la intuición. Abandone la vergüenza. Acabe con la monotonía. Trascienda la rutina. Acérquese a un árbol, abrácelo. Huela una flor. Contemple un atardecer. Exprese sus sentimientos. Sea agradecido. Comparta. Disfrute. Libere sus emociones. Cante. Haga ejercicios. Expanda su luz. Deje que su imaginación despegue. Pinte. Haga lo que sienta, sin importar si lo critican. No puede darse el lujo de pasar por esta vida sin sentir.
A veces consideramos que al mundo lo hacen los otros, que la realidad es algo que se mira por televisión, porque nuestros trabajos no son significativos y nuestras acciones parecen irrelevantes. Mentiras. Simples creencias. Todos somos los constructores de esta realidad.
Gestos, palabras, actos, miradas, hechos, pensamientos… cada paso que damos construye, y muchas veces destruye. Por eso, vuélvase consciente. Despierte. Abra su corazón. Sienta por primera vez. Viva. Su mundo puede cambiar. Julio Pagano

jueves, 1 de septiembre de 2011

La caverna de Platón. Alegoría para reflexionar.

Mito con el que Platón describe nuestra situación respecto del conocimiento: al igual que los prisioneros de la caverna que sólo ven las sombras de los objetos, nosotros vivimos en la ignorancia cuando nuestras preocupaciones se refieren al mundo que se ofrece a los sentidos.
En el libro VII de “República” (514a-516d), Platón presenta el mito de la caverna. Es, sin duda, el mito más importante y conocido de este autor. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”, es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento. Pero tiene también claras implicaciones en otros dominios de la filosofía como la ontología, la antropología e incluso la política y la ética; algunos intérpretes han visto también implicaciones religiosas.
La descripción del mito tal y como lo narra Platón en “República” se articula en varias partes:
I. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS
Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos. En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.
II. PROCESO DE LIBERACIÓN DEL CAUTIVO
A. Subida hacia el mundo exterior: acceso hacia el mundo verdadero.
1. En el mundo subterráneo.
Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.
2. En el mundo exterior.
Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.
B. Regreso al mundo subterráneo, exigencia moral de ayuda a sus compañeros.
1. Confusión vital por la oscuridad de la caverna.
Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba.
2. Burla y persecución.
Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.
III. INTERPRETACIÓN
A. Comparación de las realidades.
Debemos comparar la región visible con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol.
B. Comparación de los procesos.
El ascenso y contemplación de las cosas de arriba es semejante al camino del alma hacia el ámbito inteligible.
C. Valor de la Idea del Bien.
Objeto último y más difícil del mundo cognoscible: la Idea del Bien.
Idea del Bien: causa de todas las cosas rectas y bellas; en el mundo visible ha engendrado la luz y al sol, y en el ámbito inteligible es la productora de la verdad y de la inteligencia; es la realidad que es necesario ver para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.
Fuente: www.e-torredebabel.com

Mito de la caverna. Platón

 Platón nos ofrece en el famoso texto siguiente el mito de la caverna, metáfora de la situación del hombre en relación a la verdad y al ser y concentrada imagen de las tesis más importantes de su filosofía.
"I. -Y a continuación -seguí- compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza. Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto; y a lo largo del camino suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquéllos sus maravillas.
-Ya lo veo -dijo.
-Pues bien, contempla ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.
-Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños pioneros!
-Iguales que nosotros -dije-, porque, en primer lugar ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?
-¡Cómo -dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
-¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?
-¿Qué otra cosa van a ver?
-Y, si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos? Forzosamente.
-¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?
-No, ¡por Zeus! -dijo.
-Entonces no hay duda -dije yo- de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.
-Es enteramente forzoso -dijo.
-Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia y si, conforme a naturaleza , les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?
-Mucho más -dijo.
II. -Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestran?
-Así es -dijo.
-Y, si se lo llevaran de allí a la fuerza -dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado y, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?
-No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.
-Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras, luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.
-¿Cómo no?
-Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar.
-Necesariamente -dijo.
-Y, después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible y es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.
-Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.
-¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos? Efectivamente.
-Y, si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquéllos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente «ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal » o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
-Eso es lo que creo yo -dijo-: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
-Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas como a quien deja súbitamente la luz del sol?
-Ciertamente -dijo.
-Y, si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir ?
-Claro que sí-dijo.
III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh, amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
-También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo."
Platón, República, libro VII - Más información Clic Aquí

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