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sábado, 30 de noviembre de 2013

Dejar ir... para Ser Feliz

1. Deja tu necesidad de tener siempre razón. Muchos de nosotros no podemos soportar la idea de equivocarnos, esperamos tener siempre razón, incluso a riesgo de terminar con estupendas relaciones o causar un gran estrés o dolor a nosotros mismos y a los demás. No merece la pena. Cada vez que te sientas en la necesidad de comenzar una discusión sobre quién tiene razón y quién está equivocado, pregúntate a ti mismo: “¿Prefiero tener razón, o prefiero ser amable?” (Wayne Dyer). ¿Cómo cambiaría la situación? ¿Es tu ego realmente tan grande? 
2. Deja tu necesidad de control. Deseando que abandones tu necesidad de controlar siempre todo lo que te pasa a ti y lo que pasa a tu alrededor: situaciones, acontecimientos, gente, etc. Sean aquellos a los que quieres, tus compañeros de trabajo o simples desconocidos con los que te cruzas por la calle, simplemente permíteles ser. Permite a todo y a todos ser como son y verás cuánto mejor te hace sentir. “Dejándolo fluir todo llega. El mundo lo ganan aquellos que lo dejan ir. Pero cuando lo intentas y lo intentas el mundo acaba ganando” (Lao Tzu). 
3. Deja de buscar culpables. Deja tu necesidad de culpar a otros de lo que tienes o no tienes, de cómo te sientes o no te sientes. Deja de regalar tus poderes y empieza a hacerte cargo de tu vida. 
4. Deja tus pensamientos autodestructivos. ¿Cuántas personas se hacen daño a sí mismas con su forma de pensar autodestructiva, negativa, contaminada y repetitiva? 
No te creas todo lo que dice tu mente, especialmente si es negativo y autodestructivo. Eres mejor que eso. “La mente es un instrumento magnífico si se usa correctamente. Sin embrago, usado de manera inadecuada se vuelve muy destructivo” (Eckhart Tolle). 
5. Deja tus creencias limitantes sobre lo que puedes o no puedes hacer, sobre lo que es posible o imposible. A partir de ahora no permitirás que tus creencias limitantes te mantengan clavado en el lugar incorrecto. ¡Despliega tus alas y vuela! “Una creencia no es una idea atrapada por la mente, es una idea que atrapa a la mente” (Elly Roselle). 
6. Deja de quejarte. Deja tu constante necesidad de quejarte de todas, todas, todas esas cosas, personas, situaciones, acontecimientos, que te hacen sentir infeliz, triste y deprimido. Nadie puede hacerte infeliz, ninguna situación puede hacer que te sientas triste o abatido a menos que tú lo consientas. No es la situación la que hace que se disparen esos sentimientos, sino como eliges verla. Nunca subestimes el poder del pensamiento positivo. 
7. Deja el lujo de la crítica. Deja tu necesidad de criticar cosas, acontecimientos o personas que son distintas a ti. Todos somos diferentes, sin embargo somos lo mismo. Todos queremos ser felices, todos queremos amar y ser amados y todos queremos ser comprendidos. Todos queremos algo, y hay algo deseado por todos nosotros. 
8. Deja tu necesidad de impresionar a los demás. Deja de intentar tan duramente ser alguien que no eres para agradar a los demás. No funciona de esa manera. En el momento en que dejes de intentar ser alguien que no eres, el momento en el que te quites todas tus máscaras, el momento en que aceptes y adoptes tu realidad, encontrarás gente a la que atraer, sin esfuerzo. 
9. Deja tu resistencia al cambio. El cambio es bueno. Cambiar te ayudará a hacer mejoras en tu vida y también en las vidas de aquellos que te rodean. Sigue tu dicha, adopta el cambio, no te resistas. “Sigue tu dicha y el universo abrirá para ti las puertas donde antes sólo había muros” (Joseph Campbell). 
10. Deja las etiquetas. Para ya de etiquetar esas cosas, acontecimientos o personas que no entiendes como son tan raras o diferentes, e intenta abrir tu mente, poco a poco. La mente sólo funciona cuando está abierta. “La mayor forma de ignorancia es cuando rechazas algo de lo que todavía no sabes nada” (Wayne Dyer). 
11. Deja atrás tus miedos. El miedo es sólo una ilusión, no existe, tú lo creas. Está en tu mente. Corrige el interior y el exterior se pondrá en su sitio. “Lo único que debemos temer es al propio miedo” (Franklin D. Roosevelt). 
12. Deja tus pretextos. Desactívalos y despáchalos. Ya no los necesitas. Muchas veces nos limitamos por las muchas excusas que utilizamos. En vez de crecer y trabajar y mejorarnos a nosotros mismos y nuestra vida, nos quedamos clavados, mintiéndonos a nosotros mismos con toda clase de excusas, que el 99,9% de las veces ni siquiera son reales. 
13. Deja atrás el pasado. Lo sé, lo sé. Es difícil. Sobre todo cuando el pasado es muchísimo mejor que el presente y el futuro parece tan aterrador, pero tienes que tomar en consideración el hecho de que el momento presente es todo lo que tienes y todo lo que vas a tener. El pasado que estás añorando, el pasado con el que estás soñando, fue ignorado por ti cuando era presente. Deja de engañarte. Estate presente en todo lo que haces y disfruta la vida. Después de todo la vida es un viaje, no un destino. Ten una visión de futuro, prepárate, pero mantente siempre presente en el ahora. 
14. Deja los apegos. Este es un concepto difícil de entender para muchos de nosotros y tengo que decirte que para mí también lo es (todavía lo es) pero no es algo imposible. Lo irás haciendo mejor y mejor con el tiempo y la práctica. El momento en que te desapegues de todas las cosas (y esto no significa que pierdas tu amor por ellas, porque el amor y el apego no tienen nada que ver; el apego viene del miedo mientras que el amor bueno, el amor real es puro, cálido y desinteresado, donde hay amor no puede haber miedo, y por eso, el amor y el apego no pueden coexistir) te volverás tan tranquilo, tan tolerante, tan amable y tan sereno. Llegarás a un lugar en el que serás capaz de entender todas las cosas sin ni siquiera intentarlo. Un estado más allá de las palabras. 
15. Deja de vivir tu vida en función de las expectativas de otras personas. Demasiadas personas están viviendo una vida que no es la suya. Viven sus vidas de acuerdo con lo que otros creen que es lo mejor para ellos, viven sus vidas de acuerdo con lo que sus padres creen que es mejor, sus amigos, sus enemigos y profesores, su gobierno o los medios de comunicación. Ignoran su voz interior, su llamada interna. Están tan ocupados complaciendo a todo el mundo, viviendo para cumplir las expectativas de otras personas, que pierden el control sobre su vida. Olvidan lo que les hace felices, lo que quieren, lo que necesitan y, finalmente, se olvidan de sí mismos. Tienes una vida, esta de ahora, debes vivirla, adueñarte de ella, y sobre todo, no dejes que las opiniones de los demás te alejen de tu camino.
Fuente original en inglés: www.purposefairy.com

sábado, 23 de noviembre de 2013

Ejercicio de Felicidad. Rubén Cedeño

Desarruga la frente, no importa cuantos problemas hayas tenido o tengas. Respira profundo y tomate ahora un tiempo para estar contigo mismo y ser feliz. Coloca en tu aparato de sonido música armónica muy suave, de tiempo pausado y hermosa melodía, la que te haga más feliz, esto te traerá paz y alegría, ya que la música estridente produce angustia y ansiedad. Ponte una ropa de colores claros y alegre con las tonalidades del arcoiris, ya que los tonos obscuros entristecen el alma. Perfuma el ambiente y tu cuerpo con un olor agradable, ese que te hace feliz. Los malos olores deprimen y traen desarmonía. Arregla todo a tu alrededor y pon orden en tu casa y el lugar donde trabajas, ya que esto traerá a tu vida bienestar, porque “El Orden Divino es el Primer Hijo del Cielo”.
Ahora siéntate y quédate tranquilo para que conectes dentro de ti mismo el estado Supremo de la Gran Felicidad que habita dentro de ti, que esta en tu SER, que es tu Derecho Divino.
El Estado Supremo de la Gran Felicidad esta al quedarte tranquilo, respirar, concentrándote solamente en la respiración que te hace estar vivo, te permite ser y te hace descubrir el Ser que eres tu mismo, y que tu felicidad no depende de una pareja que te ame o veas momentáneamente, del dinero que tienes, el tener un objeto que deseas, o el ser alguien y demostrárselo a los demás. La felicidad está al encontrarte y ver que eres un Ser lleno de Vida con una mente capaz de producir milagros, con un mundo de sentimientos que no tiene por que estar lleno de negatividad, frustraciones, autoritarismo, amenazas, sino de AMOR hacia las cosas bellas de la vida.
Abre bien tus ojos, endereza tu columna vertebral y ponte en estado de contemplación, alerta, con tus ojos bien abiertos mirando con profundidad aquello que tienes a tu alrededor. Deja que una dulce sonrisa se dibuje en tus labios y ponte a observar todo en lo que piensas, pero sin juzgar si este pensamiento es bueno o malo, o si debe ser mejor de esta u otra forma. No importa cuantas veces salte tu mente de un tema a otro, no trates de controlarla, déjala tranquila, solamente date cuenta de lo que hace. Contempla tus pensamientos sin el látigo del juicio. Veras que algo maravilloso sucederá, comenzaras a hacerte consciente de ti mismo.
Observa ahora lo que tienes a tu alrededor, sea este un salón, tu casa, centro comercial, un árbol, una persona, tal vez mucha gente, una montaña, el oleaje del mar, la quietud del lago o el horizonte. Date cuenta de, cómo son las cosas que miras, su forma, espacio que ocupan, color, entorno y olor, pero no las clasifiques, ni dejes que la mente intervenga diciendo que son bonitas o feas, buenas o malas o que serian mejor de otra forma. Libérate del juicios y veras que alivio te viene, porque estar juzgando, opinando, criticando, escogiendo y decidiendo te cansa, te estresa, te hace perder el DIVINO DON DE LA FELICIDAD. Tu mente va a querer entrar a perturbar este momento poniéndote a pensar que aquello es mejor y lo otro es peor. Deja de pensar y ocúpate solamente de observar en paz y veras que dulce sosiego sobreviene a tu alma. Cuando no se juzga, se critica ni condena, vivimos en La Suprema Felicidad que da el Amor Compasivo.
Date cuenta, que toda la angustia e infelicidad en que has vivido, ha sido producida por tu mente y los sentimientos, y que esa situación que te aqueja o padeces, solo esta en tu mente, por los juicios y conceptos que tienes, de cómo crees que deben ser las cosa. Los asuntos no deben ser de una forma determinada como diga alguien, sino como son. Al no apegarte a las formas, a tus ideas de las cosas o querer cambiar algo, veras que todo a tu alrededor se tranquiliza, se relaja y la gente comienza a cambiar y te van a aceptar como eres, así como tu aceptas a los demás como son.
Olvídate de la imagen que has creado de ti mismo y que la tienes que defender o imponer para que los demás crean que eres esto o lo otro. Eso ya no importa, acéptate así como eres. No hay nada de malo en ser lo que somos. Infelizmente terrible es querer ser o aparentar lo que no somos, vivir una mentira en la que nosotros somos los únicos que nos engañamos, sin darnos cuenta que los demás están viendo nuestra verdad, pero que por seguir en la mentira en la que todos participan, no lo dicen.
Este es el momento de soltar al viento esos complejos, frustraciones, depresiones, incomprensiones, despechos, infelicidades, deseos de ser, ganas de dominar o cambiar a alguien, nada de eso te da felicidad sino amargura y nadie nunca te va agradecer nada si lo que produces es amargura y problemas.
Cambia “La Rueda de tu Vida” y dale un giro a tu presente y futuro, comienza a ser esa persona sonriente que tu quieres ser y todos desean ver, esa persona que es amigo consejero y solucionador de sus propias situaciones y que todos necesitan, ese compañero chistoso, alegre que entusiasma toda reunión, ten siempre la palabra positiva que todos esperan escuchar para llenarse de ganas de vivir, y deja a todo el mundo con el corazón enamorado por las cosas bellas de la Vida.
Estar feliz no es vivir en estado de exaltación e intranquilo, es ese estado de dulce reposo que da la contemplación sabia que es la Esencia del Amor Divino del que esta en contacto con su Propio Ser.
Rodéate de felicidad, sonrisas, alegrías y cosas bellas. Encontraras que la felicidad esta dentro de ti, y que solo tienes que hallarla en tu corazón.

miércoles, 31 de julio de 2013

Tú ya eres Felicidad. Anthony De Mello

Despertarse es la única experiencia que vale la pena. Abrir bien los ojos para ver que la infelicidad no viene de la realidad, sino de los deseos y de las ideas equivocadas. Para ser feliz no has de hacer nada, ni conseguir nada, sino deshacerte de falsas ideas, ilusiones y fantasías que no te dejan ver la realidad. Eso sólo se consigue manteniéndose despierto y llamando a las cosas por su nombre.
Tú ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor, pero no lo ves porque estás dormido. Te escondes detrás de las fantasías, de las ilusiones y también de las miserias de las que te avergüenzas. Nos han programado para ser felices o infelices (según aprieten el botón de la alabanza o de la crítica), y esto es lo que te tiene confundido. Has de darte cuenta de esto, salir de la programación y llamar a cada cosa por su nombre.
Si te empeñas en no despertar, nada se puede hacer. "No te puedes empeñar en hacer cantar a un cerdo, pues perderás tu tiempo y el cerdo se irritará." Ya sabes que no hay peor sordo que el que no quiere oír. Si no quieres oír para despertar, seguirás programado, y la gente dormida y programada es la más fácil de controlar por la sociedad.
Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo, y es mi melodía la que me hace feliz; y cuando mi amigo se va me quedo lleno de su música.
Del libro "Autoliberación interior" Anthony de Mello

viernes, 12 de octubre de 2012

¿Cuál es el secreto para que logres el amor y la felicidad?

Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia. 
De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren. 
Este principio opera para individuo, corporaciones, sociedades y naciones. 
Si quieres ser bendecido con todas las cosas buenas en la vida, aprende a bendecir silenciosamente a todos con las cosas buenas en la vida. 
Hasta pensar en dar, pensar en bendecir, o una simple oración tiene el poder de influir a los demás. 
El pensamiento tiene el poder de transformación. 
Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas la coreografía de la danza con movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida. 
La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo. 
No tiene que ser algo material; puede ser una flor, un cumplido o una oración, de hecho, las formas más poderosas de dar no son materiales. 
Los regalos de cuidados, atención, afecto, aprecio y amor son algunos de los regalos más preciosos que puedes dar, y no cuestan nada. 
Cuando conoces a alguien, puedes silenciosamente enviarle una bendición, deseándole felicidad, alegría y dicha. Esta manera de dar silenciosamente es muy poderosa. 
Podrías decir: 
“¿Cómo puedo darles a otros en este momento cuando no tengo suficiente para mi”? 
Puedes llevar una flor. 
Puedes llevar una tarjeta que diga algo sobre los sentimientos que tienes por esa persona a la que estás visitando. Puedes llevarle un cumplido. 
Puedes llevarle una oración. Toma la decisión de dar a dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo. 
Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley. Al recibir más, tu habilidad de dar más también aumentará. 
Autor: Deepak Chopra

sábado, 18 de agosto de 2012

El cofre de la felicidad. Cuento

Hace muchísimos años vivió en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que por eso se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarle para obtener el cofre, pero todo era en vano, mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así, pasaron los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: "Señor, al igual que tú yo también quiero ser inmensamente feliz, ¿por qué no me enseñas cómo conseguirlo?" El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "a tí te enseñaré el secreto para ser feliz, ven conmigo y presta mucha atención, en realidad son dos cofres donde guardo el secreto para ser feliz, y éstos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de tu vida".
"El primero es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto debes amarlo y darle las gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mi, no hay obstáculos que no pueda vencer.
El tercer paso es que debes poner en práctica lo que dices que eres, si dices ser inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.
El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tienen o por lo que son, ellos alcanzaron sus metas, logra tú las tuyas.
El quinto paso es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie, ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona y olvida.
El sexto paso es que no debes tomar la cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo con las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes, ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dale también a ellos el secreto para ser un triunfador y que de esa manera puedan ser felices".

viernes, 30 de marzo de 2012

Los 10 principios de la Felicidad. Kwan Yin


l.- Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.
2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.
3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.
4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.
5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.
6.- Sólo en el Amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz y con Amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.
7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.
8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de Amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.
9.- Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.
10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.
Fuente: Maestra ascendida Kwan Yin.-
Guanyin (觀音, pinyin guānyīn, Wade-Giles: kuan¹-yin¹) es el nombre dado en China a Avalokiteśvara bodhisattva venerado en el budismo.
El valor asociado a este bodhisattva es la Compasión. El nombre Guān Yīn es una contracción de Guān Shì Yīn (觀世音, pinyin: guān shì yīn, Wade-Giles: kuan shi yin) que significa "quien oye los lamentos del mundo".

jueves, 7 de julio de 2011

Pensamientos para ser feliz

Si abrigas un bello pensamiento no te quedes con él, manifiéstalo.
Si quieres pedir perdón y decirle a esa persona que la quieres, hazlo.
Si tienes oportunidad de componer un poema, escríbelo y obséquialo.
Si deseas cantar una canción, cántala y sé feliz.
Si unas lágrimas asoman a tus ojos, déjalas brotar y desahógate.
Si te viene el deseo de reír, ríe y contagia tu alegría.
Si ansías tener algo y puedes poseerlo, adquiérelo y disfrútalo.
Si puedes brindar ayuda a un semejante, dala toda y no te límites.
Si vas a dar un consejo, mejor sugiere, para no equivocarte.
Si tienes animales no los maltrates, protégelos.
Si anhelas un mundo más hermoso, cuida la naturaleza.
Si hay un niño a quien puedes educar, cuídalo hasta hacerlo hombre.
Si tienes sueños, hazlos realidad esforzándote más y siendo digno.
Si en verdad quieres ser feliz, no te quedes con las ganas:
Sé autentico! Sé natural! Sé sincero! Sé bondadoso!
Bríndate para que seas feliz!
Tomado de la Web

Cuando aprendas a considerar tu vida. W. Dyer

Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el ...