martes, 15 de enero de 2013

Los Diez Principios de la Creación Conciente

Como parte de la antigua sabiduría que ha compartido con el plano terrestre, Kirael ha traído los Diez Principios de la Creación Consciente. Éstas son simples pero poderosas herramientas de despertar que te permiten crear la vida que verdaderamente deseas.
Breve Historia de los Diez Principios de la Creación Consciente 
Los Diez Principios de la Creación Consciente pertenecen a la antigua sabiduría y estuvieron casi perdidos cuando se quemó hace varios miles de años la Biblioteca de Alexandría, donde perecieron entre 400,000 y 700,000 libros y pergaminos. Según Kirael, unos 200,000 volúmenes sobrevivieron al fuego. De estos pergaminos supervivientes, unos pocos selectos fueron recuperados por el Reino de los Guías para ser re-introducidos en un punto de la evolución del planeta en el que ellos se entenderían mejor y serían utilizados por la humanidad. En uno de estos documentos se consignaron los Diez Principios de la Creación Consciente. De hecho los Diez Principios son más antiguos que la Biblioteca de Alejandría y eran practicados por las antiguas sociedades ilustradas, como Lemuria, hace unos 50,000 años. 

¿Por qué estos Principios se están reintroduciendo en este momento de la historia de humanidad? 
Los Diez Principios están aquí porque nosotros estamos experimentando un Gran Cambio en la Conciencia. Ellos están aquí porque "nosotros las personas" estamos elevando nuestra conciencia global a una masa crítica, con la cual la Tierra entera y sus habitantes sufrirán un cambio fundamental en el conocimiento dimensional. Están aquí porque estamos en un período de la evolución humana dónde nosotros somos ahora capaces de crear —conscientemente— todo lo que deseamos en nuestras vidas. Como explica Kirael, "Todo empieza como el Creador, y todo acaba como el Creador." Dentro de los Diez Principios reconocemos que no estamos separados del Creador; nosotros somos el Creador.

¿Qué son? 
Los Diez Principios de la Creación Consciente son herramientas poderosas de despertar que, cuando se estudian y practican, te permiten crear la vida que realmente deseas. Resumiendo: "puedes tenerlo todo." Cada Principio es una llave para abrir niveles superiores de conocimiento consciente y acceder a tus propios poderes de creación. 

Uno - La verdad 
La verdad es la esencia del Amor de la cual toda la realidad se extiende y es la base de tu luz en la Tierra. La integridad de pensamiento, palabra y acción que crea la libertad para ser quier realmente eres. La verdad es el fundamento de los otros nueve Principios.
Dos - La confianza
La confianza es un saber interno que proviene de la Verdad de que eres parte del Creador y estás conectado con todos los niveles de la realidad. La comprensión de que todo en tu vida se despliega en la perfección. 
Tres - La pasión
La pasión es la energía nuclear por la cual sientes la presencia de tu propia luz Creadora. La pasión es la realización de que eres un ser de luz ilimitado y es la fuerza que permite que el viaje que es tu vida evolucione continuamente.
Cuatro - La claridad
En su forma más simple, la Claridad es el reconocimiento que tu ser físico es parte de un poder mayor, no-físico.
Cinco - La comunicación
La comunicación es el intercambio de energías e información (incluidas las palabras) entre los humanos, entre tu ser físico y tu ser esencial o ser superior, y entre tú y las fuerzas invisibles de luz.
Seis - La compleción
La compleción es saber que la conclusión de una experiencia, un proceso o una viaje existe en múltiples niveles de comprensión y abre el principio de una nueva experiencia, proceso o jornada.
Siete - La oración
La oración es la comunicación entre tu ser humano y tu ser superior, el Creador, y otras fuerzas invisibles de luz. Es una oportunidad para que definas la jornada vital que realmente deseas. En palabras de Kirael, "Orar es preguntar; meditar es escuchar" las respuestas a tus oraciones.
Ocho - La meditación
La práctica de sosegar tu mente de tal forma que puedas recibir información, sabiduría y guía conscientemente. En palabras de Kirael, "Orar es preguntar; meditar es escuchar" las respuestas a tus oraciones.
Nueve - La Programación del estado de Sueño
Programar el estado de Sueño es la práctica de reclutar a tu propio ser superior, o tu luz esencial, para contactar y comunicarse con el ser superior de otro durante el estado de sueño.
Diez - Dominio mental
Dominar la mente es el acto de crear una conciencia colectiva enfocada en la manifestación de una experiencia o resultado particular. Esta conciencia colectiva puede estar compuesta de humanos físicos, seres superiores de los humanos, ángeles, guías y otras fuerzas invisibles de luz.

Estos Principios se interrelacionan mágicamente de muchas maneras:
"Las Tres Llaves"
Verdad 
Confianza 
Pasión 
* Anclar el amor del Creador dentro del tu Ser 
* En la raíz de todos los otros Principios 
* La base en la cual el ser del espíritu se prepara para una jornada evolutiva humana 
* Las claves para aumentar tu conocimiento consciente 

"Los Tres C's"
Claridad 
Comunicación 
Compleción 
* La experiencia de ser humano 
* Guiando nuestros pensamientos y acciones en nuestras vidas diarias 
* Determinando la calidad de experimentar cualquier acto de creación 
* Las claves para aumentar tu conocimiento consciente 

"Los Cuatro Pilares"
Oración 
Meditación 
Programación del estado de Sueño 
Dominio mental 
* Maneras prácticas de crear de forma consciente 
* Prácticas que te ayudan a manifiestar tus sueños y deseos del corazón 
* El reino con el que trabajas una vez que comprendes que eres más que solamente humano (es decir, eres un espíritu libre multi-dimensional que está teniendo una experiencia humana)
Traducción: Karina Malpica

sábado, 12 de enero de 2013

La Ley del Dar - Deepak Chopra

El universo opera por medio de un intercambio dinámico. Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de energía en el universo y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. Nada es estático. Nuestro cuerpo está en intercambio dinámico y constante con el cuerpo del universo; nuestra mente mantiene una interacción dinámica con la mente del cosmos; nuestra energía es una expresión de la energía del cosmos. 
El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armonioso de todos los elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia. Esta armoniosa interacción de los elementos y las fuerzas de la vida opera a través de la ley del dar. Puesto que nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un constante y dinámico intercambio, frenar la circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo. 
Por ello debemos dar y recibir a fin de mantener la riqueza, la abundancia, la prosperidad o cualquier cosa que deseamos en la vida circulando permanentemente. En toda semilla está la promesa de miles de bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su inteligencia al suelo fértil. A través de su acción de dar, su energía invisible fluye para convertirse en una manifestación material. Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Lo que no se multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse. 
Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a regañadientes, no hay energía detrás de nuestro acto de dar. Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia. La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón. 
Por eso el acto de dar debe ser alegre, la actitud mental debe ser tal que se sienta alegría en el acto mismo de dar. De esa manera, la energía que hay en el acto de dar aumenta muchas veces más. Si deseamos alegría, démosle alegría a los otros; si deseamos amor, aprendamos a dar amor; si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás; si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguir esa riqueza. En realidad la manera más fácil de obtener lo que deseamos es ayudar a los demás a conseguir lo que ellos desean. 
Si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearle en silencio a todo el mundo todas las cosas buenas de la vida. Incluso la sola idea de dar, el simple deseo, o una sencilla oración, tienen el poder de afectar a los demás. Esto se debe a que nuestro cuerpo, reducido a su estado esencial, es un haz individual de energía e información en medio de un universo de energía e información. Somos haces individuales de conciencia en medio de un universo consciente. La palabra «conciencia» implica mucho más que energía e información, implica una energía y una información que viven en forma de pensamiento. Por tanto, somos haces de pensamiento en medio de un universo pensante. Y el pensamiento tiene el poder de transformar. 
La vida es la danza eterna de la conciencia, que se manifiesta como un intercambio dinámico de impulsos de inteligencia entre el microcosmos y el macrocosmos, entre el cuerpo humano y el cuerpo universal, entre la mente humana y la mente cósmica. Cuando aprendemos a dar aquello que buscamos, activamos esa danza y su coreografía con un movimiento exquisito, enérgico y vital, que constituye el palpitar eterno de la vida. La mejor manera de hacerlo es tomando la decisión de que cada vez que entremos en contacto con una persona, le daremos algo. No es necesario que sean cosas materiales; podría ser una flor, un cumplido o una oración. En realidad, las formas más poderosas de dar no son materiales. Obsequios como interesarse, prestar atención, dar afecto, aprecio y amor, son algunos de los más preciados que se pueden dar, y no cuestan nada. Cuando nos encontremos con alguien, enviémosle en silencio un buen deseo por su felicidad, alegría y bienestar. Esta forma de generosidad silenciosa es muy poderosa. 
Tomemos la decisión de dar en todo lugar a donde vayamos, y a quien quiera que veamos. Mientras estemos dando, estaremos recibiendo. Cuanto más demos, más confianza tendremos en los efectos milagrosos de esta ley. Y a medida que recibamos más, también aumentará nuestra capacidad de dar. 
Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; somos naturalmente prósperos porque la naturaleza provee a todas la necesidades y deseos. No nos falta nada porque nuestra naturaleza esencial es la potencialidad pura, las posibilidades infinitas. Por consiguiente, debemos saber que ya somos intrínsecamente ricos, independientemente de cuánto dinero tengamos, porque la fuente de toda riqueza es el campo de la potencialidad pura, es la conciencia que sabe cómo satisfacer cada necesidad, incluyendo la alegría, el amor, la risa, la paz, la armonía y el conocimiento. Si vamos en pos de estas cosas primero, no solamente para nosotros mismos, sino para los demás, todo lo demás nos llegará espontáneamente. 
Deepak Chopra

miércoles, 9 de enero de 2013

¿Quién eres y para qué estás aquí?

Autora: Laura Foletto
"Estar encarnados es una maravillosa oportunidad. ¿Pensamos alguna vez en ello? En las corridas de la vida diaria, raramente nos hacemos preguntas fundamentales. Nos decimos: “esto es lo que soy; esto es lo que es” y seguimos adelante. Habiendo tanta confusión y estrés, ¿para qué nos vamos a dificultar más la vida indagando acerca de ella? Sin embargo, eso es lo que realmente nos la simplificaría.
Como comenté en otros boletines, esta sociedad es producto del Ego y está vaciada de espiritualidad y sentido. ¿Qué es el Ego? Es eso que llamamos “Yo”: yo soy Juan Pérez; yo soy empleado; yo soy hijo, padre, marido, hermano, amigo; yo soy bueno, trabajador, voluntarioso, malhumorado. Usamos mucho el “tengo” con el Ego: yo tengo una casa, un auto, un empleo, un hijo, un prestigio, un carácter. Y muchísimo los verbos que denotan actividad (generalmente, con el “tengo que” adelante): yo voy a la oficina, yo plancho, yo corro, yo hago dieta, yo llevo los chicos a la escuela.
Si analizamos el párrafo anterior, el Ego parece ser una colección de roles y de facetas, llevadas a la acción. Y así es. Ese Yo que tratamos como si fuera un ente monolítico, es en realidad una multitud de aspectos, que se contradicen entre sí. Basta que nos pongamos un objetivo, para que surjan cantidad de ellos que dudan, se enojan, tienen miedo, se desmerecen, etc. Habitualmente, los calificamos en buenos y malos y ahí nos la complicamos peor, porque terminamos juzgándonos, culpándonos y castigándonos por no ser esa persona agradable, consistente y productiva que deberíamos ser. 
Así las cosas, se podrían resumir en algo así como “nazco, me reproduzco, consumo y muero”. ¿Eso es todo? Las preguntas esenciales nacen cuando logramos todas las cosas que nos prometieron que nos iban a hacer felices y no lo somos. Las grandes crisis, la frustración continua, la insatisfacción, el vacío nos llevan a plantearnos qué más somos, qué más hay además del Ego. 
Existen muchas explicaciones, como sabrás. Todas reclaman ser las únicas y auténticas y tener libros autorizados y pruebas fehacientes. Conócelas y elige la que sea afín a tu corazón y sirva a tu mayor transmutación. Como habrás notado, yo tengo una síntesis personal, producto de años de estudios y vivencias. Entre otras cosas, creo en la reencarnación (o en algo parecido a ello, ya que somos un tanto más complejos que la sencilla idea de ir y venir en distintos cuerpos, en distintos tiempos). Sin entrar en discusiones abstractas (no evangelizo; comparto), somos un Espíritu, una chispa divina, que tiene un Alma, que coordina los aprendizajes, experiencias y evoluciones en diferentes dimensiones, tiempos, lugares y criaturas. 
Una de esas posibilidades es estar encarnados en este planeta. Para concretarla, el Alma crea en cada una de ellas un determinado diseño, para asegurarse un determinado aprendizaje. El cuerpo que tenemos, la personalidad, los padres, las cualidades y desafíos, el lugar, la clase social, los dones, todo tiene un propósito. Este propósito se despliega a lo largo de la existencia de cada uno, forzando a comprenderlo y honrarlo en su cumplimiento. 
¿Vas entendiendo que no viniste aquí a tener y hacer? ¿Que tu vida es una creación desde su mismo inicio y que está en ti seguir creándola desde tu mayor conciencia y magnificencia? ¿Que lo “malo” que somos o hacemos y los sufrimientos que conllevan son una forma de aprender simplemente? Tener un cuerpo físico en la Tierra implica muchos niveles, desde el más primario de conocerlo y sobrevivir al más arduo de buscar la trascendencia. Como Humanidad, hemos hecho que este proceso sea demasiado brutal y, paradójicamente, inhumano.
Todos somos responsables, porque hemos contribuido en este tiempo y en otros a que esto sea así. Es hora de tomar conciencia plena de que Todos Somos Uno. Que lo que nos sucede a cada uno no termina en nuestra propia burbuja sino que es patrimonio común, a través de la energía divina que nos hermana, a través de una red invisible que nos une, hoy y siempre. Es tiempo de traer el Cielo a la Tierra y vernos como seres espirituales haciendo un tránsito humano. Esto significa, entre otras cosas, hacernos la vida más simple, verdadera, alegre, abundante, conectada. Desapegarnos de las nimiedades del Ego (un instrumento, no nuestro dueño), de sus dramas tontos y aún de sus grandes miserias y sufrimientos. Somos mucho más que una colección de aspectos sin sentido; ellos están para experimentar los desafíos de ser un creador responsable. 
Nos debemos el vivir desde la luminosa guía de nuestro Ser. Se trata de cambiar hacia una mirada más integral, abarcadora, conciente, amorosa. Es la salida que estamos buscando en medio de la oscuridad. No está afuera ni en los demás. Está dentro de nosotros mismos." 

sábado, 5 de enero de 2013

Secuencia de pensamientos para meditar

Aunque muchos reconocen que la meditación es muy importante, pocos la practican. De entre los que lo hacen, el número de personas que realmente consigue ser eficiente en la práctica de la meditación todavía es menor. Sin embargo, aunque nunca hayas meditado, verás que es algo bastante sencillo. Basta con pensar en experimentar las cualidades originales del ser de paz, felicidad, poder, amor, etc.
La mejor manera de describir la meditación consiste en reproducir la secuencia de pensamientos más comunes que se origina en los primeros intentos de levantar el vuelo espiritual:

1. Escoge un lugar tranquilo y aireado y, si es posible, pon música suave de fondo.
2. Adopta una postura ni muy rígida ni muy relajada, pues, a fin de cuentas, no es el cuerpo el que está meditando. Es el ser.
3. Fija tu atención en el punto central de la cabeza donde se encuentra el ser consciente en el cuerpo y desde donde lo pensamos y lo decidimos todo.
4. Intenta permanecer en un estado de observador. Centrado mentalmente en el punto entre las cejas, observa la sala a tu alrededor, los sonidos de la música y de la calle. Toma conciencia del momento presente y a la vez procura mantenerte ligeramente desapegado de la escena en la que te encuentras. Así como puedes observar la sala y los sonidos, puedes, con el mismo sentimiento agradable de desapego, observar lo que sucede en tu vida.
5. Surgen con mucha naturalidad pensamientos de ayer, hoy o planes del mañana. Empieza a observar el propio proceso de los pensamientos. Pueden percibirse tres fases en cada uno de los pensamientos: la creación, la experiencia y la observación.
6. Deja que vengan sin ningún esfuerzo por tu parte para impedirlo. De este modo, empezarás a sentirte diferente en tu proceso de pensar, como si el verdadero yo fuera algo mucho mayor que una simple secuencia de pensamientos, muchas veces sin nexo.
7. Una vez estabilizado en la conciencia de observador desapegado, inicia la creación consciente de pensamientos relacionados con tu verdad intrínseca. Un ejemplo (hay que leer cada pensamiento y sentirlo profundamente):
Soy una energía consciente... Puedo pensar, decidir...
Toda mi energía ahora está concentrada en un punto entre las cejas... Soy una energía diferente del cuerpo físico... Dirijo el cuerpo... Es mi preciado vehículo pero yo soy el conductor...
Un día entré en esta forma física y un día la dejaré... Soy el ser, el alma... No soy un cuerpo con alma... Soy un alma y tengo un cuerpo... Ahora soy consciente de esto...
¿Cómo es mi verdadera naturaleza? Cuando me posiciono en esta postura de observador percibo mi tranquilidad... Soy un ser de paz... Nada ni nadie pueden cambiar lo que soy en esencia...
Como un pequeño faro, estoy encendido en el centro de la cabeza y empiezo a irradiar luz... la luz de mi paz...
8. Sin memorizar estos pensamientos, intenta hacer el ejercicio desde el principio hasta al final con los ojos cerrados.
Cuando adquieras más seguridad en el proceso de meditación, intenta hacerla con los ojos abiertos. La meditación con los ojos abiertos se convierte en una experiencia sublime. Tanto es así que la puedes practicar andando, detenido por el tráfico, en el trabajo o haciendo las tareas domésticas. Crea simultáneamente una experiencia de relajación agradable y de percepción clara.
Vuelve al ejercicio y profundiza más en el sentido de cada frase pero esta vez emplea tus propias reflexiones, que tengan que ver con tu vida. ¡Recuerda que la paz que estás sintiendo es TUYA!
Tomado del sitio http://www.bkwsu.org/spain/index_html

martes, 1 de enero de 2013

Antigua Bendición Celta del Año Nuevo

Que los PIES te lleven por el camino hacia el encuentro de quien eres, porque la felicidad es eso, descubrirte detrás de ti… sabiendo que el verdadero disfrute está en transitar ese camino.
Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga, seguirá siendo un colibrí, y es importante que lo sepas, para que no confundas el sol con la luz, ni el cielo con la voz que lo nombra.
Que las MANOS se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean.
Que el OÍDO sea tan fiel a la hora de escuchar el pedido, como a la hora de escuchar el halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia…. y sepas escucharte y escuchar.
Que las RODILLAS te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo del descanso.
Que la ESPALDA sea tu mejor soporte y no lleves en ella la carga más pesada.
Que la BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma
Que los DIENTES te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros.
Que la LENGUA exprese de modo tal las palabras que puedas ser fiel a tu corazón en ellas, conservando el respeto y la dulzura.
Que la PIEL te sirva de puente y no de valla.
Que el PELO le de abrigo a tus ideas, que siempre adornan más que un buen peinado.
Que los BRAZOS sean la cuna de los abrazos y no camisa de fuerza para nadie.
Que el CORAZÓN toque su música con amor, para que tu vida sea un paso del Universo hacia adelante.

Cuando aprendas a considerar tu vida. W. Dyer

Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el ...