miércoles, 29 de febrero de 2012

Como un niño. Osho

Estamos separados solo en la superficie, en lo más hondo no estamos separados. Únicamente lo está la parte visible; la invisible sigue siendo una.
Los Upanishad dicen: «Aquellos que creen saber, no saben», porque la misma idea de que sabéis no os permite saber. La misma idea de que uno es ignorante os vuelve vulnerables, abiertos. Como un niño, vues­tros ojos están llenos de asombro. Entonces resulta difícil decidir si los pensamientos son vuestros u os llegan del exterior, porque uno ha per­dido todas las amarras. Pero no hay necesidad de preocuparse, porque básicamente la mente es solo una, es la mente universal... llamadla Dios, o en términos jungianos, el «inconsciente colectivo».
Estamos separados sólo en la superficie, en lo más hondo no estamos separados. Únicamente lo está la parte visible; la invisible sigue siendo una. De modo que cuando os relajáis y guardáis silencio y sois más humildes, más infantiles, más inocentes, entonces al principio será difícil ver si esos pensamientos son vuestros, surgen de la nada o alguna otra persona está enviando sus mensajes y vosotros sois los receptores. Pero no vienen de ninguna parte. Proceden del núcleo más hondo de vuestro ser... que también es el núcleo de todos los demás. De forma que un pensamiento realmente original no lleva la firma de nadie. Está simplemente ahí, surge del colectivo, de lo universal, de la única mente... mente con M mayúscula. Y cuando la mente individual, la mente ego, se relaja, la mente universal empieza a anegarla.
Fuente: Día a día, 365 meditaciones para el aquí y el ahora. OSHO

martes, 28 de febrero de 2012

Diez pasos para AMARSE a uno mismo


1. Deja de criticarte. La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Aceptate exactamente tal y como eres. Todo el mundo cambia. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te apruebas, tus cambios son positivos.
2. No te asustes. Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir. Busca alguna imagen mental que te produzca placer (la mía son las rosas amarillas) e inmediatamente reemplaza el pensamiento aterrador por uno agradable.
3. Sé amable, apacible y paciente. Sé amable contigo. Pórtate bien contigo. Ten paciencia contigo mientras aprendes esta nueva forma de pensar. Trátate como tratarías a una persona a la que verdaderamente amas.
4. Sé tolerante con tu mente. El odio a uno mismo es el odio a los propios pensamientos. No te odies por tener los pensamientos que tienes. Cámbialos suavemente.
5. Elógiate. La crítica destruye el espíritu interior. El elogio lo construye. Elógiate todo lo que puedas. Alábate por lo bien que haces las cosas, por más insignificantes que sean.
6. Bríndate apoyo. Busca formas de apoyarte. Recurre a tus amigos y déjate ayudar. Es muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se necesita.
7. Sé indulgente con tus aspectos negativos. Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora estás encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas necesidades. De modo que deja amorosamente que las viejas pautas negativas se vayan.
8. Cuida de tu cuerpo.
Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de combustible necesita tu cuerpo para obtener la energía y vitalidad óptimas? Infórmate sobre las distintas modalidades de ejercicio físico que existen. ¿Qué tipo de ejercicio te gustaría hacer? Mima y venera el templo en el que vives.
9. Trabajo con el espejo. Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti. Perdónate mirándote al espejo. Conversa con tus padres mirándote al espejo. Perdónalos también.
10. ¡Hazlo ya! No esperes a sentirte bien, ni a perder peso, ni a tener el nuevo empleo o la nueva relación. Empieza ahora a hacer cosas y hazlas lo mejor que puedas.
Texto extraído del Libro "Amar sin condiciones" de Louise Hay

Tu vida y la eternidad

Intenta ver tu vida como un paréntesis en la eternidad. Este paréntesis se abre en el momento de tu concepción y se cierra en el instante de tu muerte. El espacio dentro de este paréntesis es tu vida, rodeada de algo que se llama eternidad. Este algo que llamamos eternidad no se experimenta físicamente y, sin embargo, existe de manera misteriosa en el interior de la mente. Hay algo que forma parte integral de nosotros y que es invisible. Llamémoslo mente, pensamiento, conciencia, alma, incluso Louise, si quieres. El nombre que se le dé no importa. El yo invisible, esa parte que no es tu yo sensorial físico, es la parte capaz de contemplar la eternidad. Si aceptas, aun levemente, la idea de eternidad, ésta es real para ti. Si eres capaz de convivir con la idea de eternidad, a ti te corresponde explorar esta idea. Y si te hallas en el punto en que eres capaz de considerar la eternidad o la ausencia de fin al menos por curiosidad, podrás utilizar esta curiosidad para ayudar a dar un propósito a tu vida. Puedes hacerlo de la manera siguiente: recuérdate primero a ti mismo que todo existe por alguna razón, como parte de la inteligencia perfecta que es el universo.
A continuación, aquí y ahora y tengas la edad que tengas, retrocede diez años con el pensamiento y entonces imagínate a ti mismo. Examina lo que pensabas en ese momento, cómo vestías, lo que sentías y a quién admirabas. ¿Cuántas cosas de las que viviste entonces te han llevado a donde estás hoy? Retrocede ahora diez años más en tu mente y ve cómo todas y cada una de las experiencias y los aprendizajes te han llevado al punto siguiente y luego al siguiente, hasta hallarte de nuevo en la actualidad.
Si eres sincero, descubrirás que cada experiencia de tu vida era absolutamente necesaria para conducirte al punto siguiente y luego al siguiente, hasta este mismo momento. Este ejercicio mental es muy útil en el desarrollo de la capacidad de contemplar y meditar. En última instancia, puedes volver a ser un niño en el pensamiento. Verás que las experiencias de la infancia, fueran éstas cuales fuesen, ayudaron a esa personita que fuiste a hacerse mayor y llegar a ser el adulto que eres hoy. No te estoy pidiendo que juzgues, que muestres tu agrado o tu desagrado, que apruebes o desapruebes. Simplemente tienes que ver que cada experiencia te ha llevado a la siguiente y te ha ofrecido algo para seguir o no creciendo. Era necesario que tuvieras esas experiencias, y la prueba de ese punto de vista es que las tuviste. Así de sencillo. ¡Las tuviste! Pasaste luego a la experiencia siguiente y luego a la siguiente, todas.entrelazadas de manera invisible y todas conducentes al ahora. Puedes haber vivido para el sufrimiento o para los resultados, pero tuviste en todo caso esas experiencias y eso nada podrá cambiarlo.
Fuente: Tus zonas mágicas. Dr. Wayne W. Dyer

¿Han visto los girasoles?

Se trata de una flor, que gira siempre en busca del sol. Y es por esa razón que es popularmente llamada girasol. Cuando una pequeña y frágil semilla de dicha flor brota en medio de otras plantas, busca inmediatamente la luz solar. Es como si supiera, instintivamente, que la claridad y el calor del sol le harán posible la vida. ¿Y qué le sucedería a la flor si la colocáramos en un lugar bien cerrado y oscuro? Seguramente, en poco tiempo, se moriría. Tal cual los girasoles, nuestro cuerpo físico también necesita de la luz y del calor solar, de la lluvia y de la brisa, para mantenernos vivos. Pero, no es sólo es el cuerpo el que necesita de cuidados para proseguir firme. El espíritu, igualmente necesita de la luz divina para mantener encendida la llama de la esperanza. Precisa del calor del afecto, de la brisa de la amistad, de la lluvia de bendiciones que viene desde lo alto. Sin embargo, es necesario que hagamos esfuerzos para respirar el aire puro, por encima de las circunstancias desagradables que nos rodean. Muchos de nosotros permitimos que los vicios ahoguen nuestras ganas de buscar la luz y nos debilitamos día tras día como una planta mustia y sin vida y es entonces cuando nos dejamos enredar en el zarzal de la haraganería, de la desidia y reclamamos de la suerte sin hacer esfuerzos para salir de la situación que nos desagrada. Y es allí, donde debemos recordar que para poder crecer de acuerdo con los planes divinos, el Creador coloca a nuestra disposición todo lo que necesitamos. Es en el amparo de la familia, donde recibimos, sustentación y seguridad en todos los momentos... La presencia de los amigos en las horas de alegría o de tristeza, impulsándonos hacia adelante. Son las posibilidades de aprendizaje que surgen a cada instante en el recorrido, haciéndonos más claros y preparados para decidir cuál es el mejor camino a tomar. Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando nos encerramos en la oscuridad de la depresión o de la melancolía y así permanecemos por voluntad propia?. Debemos entender que Dios tiene un plan de felicidad para cada uno de nosotros y que para alcanzarlo, es preciso que busquemos los recursos disponibles. Es preciso que imitemos al girasol. Que busquemos siempre la luz, incluso cuando las tinieblas insistan en rodearnos. Es necesario buscar el apoyo de la familia en los momentos en que nos sentimos desanimar. Es necesario buscar la ayuda de los verdaderos amigos cuando sentimos nuestras fuerzas debilitándose. Es necesario, antes que nada, buscar la luz divina que consuela y aclara, ampara y anima en todas las situaciones.
Cuando las nubes negras de los pensamientos tormentosos cubran con oscuro manto el horizonte de tus esperanzas, y la depresión te asedie el alma, imita a los girasoles y trata de respirar el aire puro, más allá de las circunstancias desagradables. Cuando las dificultades y los problemas se hagan insoportables, intentando sofocar la disposición para la lucha, recuerda a los girasoles y busca la luz divina a través de la oración sincera. 
Tomado de la Web

lunes, 13 de febrero de 2012

Quizás si...

Agregamos un toque de amor a las cosas que hacemos o decimos, trayendo gozo a aquellos que nos rodean con una simple sonrisa.
Si reconociéramos a la gente que nos encontramos en una tienda, o en el cine, o en cualquier lugar, como una parte nuestra, sin tensiones ni recelos, con sentimiento de Paz y de Armonía.
Si cada día hacemos un esfuerzo por ser mejores, más cuidadosos y agradables, entenderíamos que podemos así hacer un mundo mejor.
Si nos maravillamos con la diminuta semilla, que al ser plantada en el suelo crece hasta asombrarnos con su belleza. Y ver que en las pequeñas cosas que llenan la tierra, está el milagro más grande del mundo.
Cada flor, cada árbol, cada niño, son pruebas más allá de toda duda, de un poder más grande que nosotros. Las altas montañas, el viento que sopla, los alimentos que nos da la tierra...
Si entendiéramos esos pequeños milagros nos daríamos cuenta que la felicidad es algo que creamos en nuestras mentes, que nada tiene que ver con lo que hay "afuera".
Es simplemente despertar y comenzar el día contando nuestras bendiciones y elevando los ojos al cielo.
Es dejar de estar constantemente deseando lo que "nos falta" y hacer lo mejor de lo que si tenemos.
Porque rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
Porque es poniendo nuestra parte en lo que la vida nos da, que podemos encontrar contento, y felicidad también.
Quizás si... después de todo, el milagro existe!
Tomado de la Web

Celebro tu existencia. Julio Pagano

Dispuestos a dejar sus huellas, nuestro planeta es visitado por bellos seres que darán vida a una nueva humanidad.
Las puertas de entrada y de salida no descansan. El tráfico es incesante. Intenso. Miles de almas llegan a la Tierra a cada instante para vivir una experiencia física. Otras tantas se van con sus lecciones aprendidas. Todavía no partí, por eso quiero hacer un alto en mi camino y hablarte a vos, inigualable ser, que acabás de llegar con tu inmaculado traje de inocencia a disfrutar del juego de la vida. Sé que me estás escuchando. Agradezco la belleza de tu silencio. No te preocupes por los murmullos de fondo, son los comentarios de los insensibles que descreen que nos estemos comunicando.
Antes que nada, quiero darte las gracias por venir. Tu presencia alimenta la esperanza de que el cambio es posible. Siento tu vibración cristalina. Los latidos de tu tierno corazón no mienten, una nueva realidad se está gestando. Ruego porque nuestras sofocantes estructuras sociales no marchiten tus sueños y seamos capaces de ayudarte a volar para que nos transportes hacia una dimensión más pura, en donde la humanidad, toda, celebre y honre la vida.
Sé que si te ayudo, contándote parte de la trama del juego de la vida, también me estoy ayudando porque vos y yo somos uno, aunque el velo de la ilusión intente hacerme creer lo contrario. Antes de seguir hablando, te pido que recuerdes que lo que voy a decirte lleva la carga de mi subjetividad, de mis condicionamientos y limitaciones, por eso quiero que tomes este mensaje como una simple referencia y no como una verdad incuestionable.
El juego consiste en recuperar la inocencia y conectar con nuestra esencia interior para seguir evolucionando. Ahora te parece sencillo, sin embargo, a medida que pasen los días, la sociedad se encargará de adormecerte para que seas funcional a sus intereses y creas que lo real es lo que sucede fuera. No te rías. Lo digo en serio. La gran mayoría cree que únicamente lo exterior importa, y como le temen a la muerte –porque desconocen que es un proceso de cambio- prefieren ignorarla y hacer de cuenta que vivirán para siempre. Te mirarán raro si les preguntás por qué no aprovechan la estadía, siendo el juego tan breve. Vivir 90 años implica jugar sólo 32.850 días. Demasiado poco para desaprovecharlo, ¿no?
Quiero pedirte que, pase lo que pase, no traiciones tu misión de vida. Las pruebas están dispuestas para ayudarte a crecer. Dar pasos en el vacío, siguiendo los dictados de tu conciencia, te ayudará a fortalecer la confianza en vos. Siempre que puedas optá por el conocimiento vivencial. El conocimiento intelectual es limitado, sirve como marco de referencia pero no te transforma. Abrite a las vivencias, son maestras mutidimensionales que te darán las claves para que recorras tu camino sabiamente.
Aunque te cueste, siempre dá lo mejor de vos sin esperar recompensas, porque no todos piensan igual. No descuides tus dones. Potenciá tus talentos. Tu singularidad le aportará a la vida un caudal de inigualable belleza si ponés conciencia en tus actos y sos fiel a tu guía interna. Nunca dudes en hacerle caso a lo que afluya desde tu corazón, sobre todo cuando el caos se adueñe del campo de juego, porque esa es tu verdadera brújula.
Si dejás que los deseos programen tus días estarás corriendo detrás de ilusiones que sólo conducen al descontento. Aprendé a disfrutar cada instante. Conectá con el aquí y ahora. El futuro es una proyección de la mente y el pasado tiene vida sólo si ponés tu energía al servicio de los recuerdos. Aprovechá tu tiempo. No olvides que todo pasará. No te aferres a nada. Fluí con la existencia. Sentirás la esencia de la libertad elevándote sobre la mediocridad de quienes viven mecánicamente.
Nunca dejes oxidar tu capacidad de sorprenderte. Escuchá a todos con atención, pero no colecciones verdades prestadas. Buscá siempre tu propia verdad, para que tu mente, cuerpo y espíritu se expresen de manera unificada y no permanezcas dividido. Esa división es la que hará de tu vida un infierno. También tené presente que tus días serán opacos si dejás que la mente sea el amo de tus acciones, porque no serás capaz de sentir.
Puede que ahora te cueste entenderlo, pero perderás la inocencia para volver a recuperarla. Aprenderás para luego desaprender. Te llenarás para luego vaciarte. Te caerás, pero sabrás levantarte con las lecciones aprendidas. Muchos caminos aguardan tus huellas. Quiera la vida que los padres que elegiste te sepan guiar, te sepan respetar y te sepan amar por sobre todas las cosas.
Este mensaje finaliza. Cada uno seguirá su rumbo. Tal vez nunca volvamos a encontrarnos. No importa. Estoy agradecido de contar con tu presencia. La Tierra acaba de recibir a otro hermoso ser que viene a transformar el juego de la vida. Alzo mi copa, hermano. Celebro tu existencia.
Autor: Julio Pagano

sábado, 11 de febrero de 2012

La mariposa: símbolo de transformación

Algunas investigaciones científicas han comprobado que la Mariposa es el único ser viviente capaz de cambiar por completo su estructura genética durante el proceso de transformación: el ADN de la oruga que entra al capullo es diferente al de la Mariposa que surge. Es, pues, el símbolo de la transformación total.
Mariposa representa la necesidad de cambio y de mayor libertad, y a la vez representa valentía: se requiere valentía para llevar a cabo los cambios necesarios en nuestro proceso de crecimiento.
Su Medicina está relacionada con el aire y los poderes mentales. Nos enseña a encontrar claridad en los procesos mentales, organizar proyectos o averiguar el siguiente paso en nuestro crecimiento interno.
Si te sientes de alguna manera atraído a ella, esto indica que estás listo para atravesar algún tipo de transformación.
Observa cual de sus etapas te llama más la atención y eso podrá indicarte el paso a seguir: el huevo es el principio, el nacimiento de alguna idea o proyecto.
La larva es la decisión de manifestar algo en el mundo físico.
El capullo tiene que ver con "irse dentro", ya sea en reflexión interna o en el desarrollo del proyecto o idea.
El rompimiento del capullo involucra compartir con el mundo todo el esplendor de tu creación.
Una vez que entiendas en qué etapa estás, podrás descubrir cuál es el siguiente paso...
Tomado de la Web

Cuando aprendas a considerar tu vida. W. Dyer

Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el ...