
No te darás cuenta de inmediato. Sólo después, cuando hayan pasado algunos minutos, verás que la mente está trabajando de nuevo y que habrás perdido el camino. Entonces llama otra vez su atención y dile: "Haz lo que quieras y yo sólo seré un testigo", y otra vez se detendrá durante un segundo.
Esos segundos son tremendamente valiosos. Son los primeros momentos de realidad, los primeros vislumbres, las primeras ventanas. Son muy pequeños, tan sólo pequeños huecos que vienen y van, pero en esos momentos tendrás una probadita de la realidad.
Lentamente, poco a poco, esos intervalos serán cada vez más grandes. Aparecerán sólo cuando estés realmente muy alerta.
Cuando estás muy alerta la mente no funciona, pues la atención mismo funciona como una luz en un cuarto oscuro. Cuando hay luz, no hay oscuridad. Cuando tú estás presente, la mente está ausente; tu presencia es la ausencia de la mente."
Lentamente, poco a poco, esos intervalos serán cada vez más grandes. Aparecerán sólo cuando estés realmente muy alerta.
Cuando estás muy alerta la mente no funciona, pues la atención mismo funciona como una luz en un cuarto oscuro. Cuando hay luz, no hay oscuridad. Cuando tú estás presente, la mente está ausente; tu presencia es la ausencia de la mente."
Fuente: Tónico para el Alma - Osho
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