El arte de la escucha divina... eso es la meditación. Si uno puede aprender a escuchar correctamente, habrá aprendido el secreto más profundo de la meditación. La gente oye pero no escucha.
Oír es una cosa... escuchar, algo por completo diferente; son dos mundos aparte. Oír es un fenómeno físico; oís porque tenéis orejas. Escuchar es un fenómeno espiritual. Lo hacéis cuando ponéis atención, cuando vuestro ser interior se une a vuestras orejas.
Escuchad los sonidos de las aves, el viento al pasar entre los árboles, el río desbordado, el océano al rugir y las nubes, las personas, el lejano tren al pasar, los coches en la carretera... cada sonido ha de ser usado. Y escuchad sin ninguna imposición sobre lo que escucháis... no juzguéis; en cuanto juzgáis, la escucha se detiene.
La persona realmente atenta se mantiene sin conclusiones; jamás saca una conclusión sobre nada. Como la vida es un proceso... nunca algo termina. Solo la persona necia puede sacar conclusiones; la persona sabia titubeará antes de hacerlo. De modo que escuchad sin conclusiones. Simplemente escuchad: alertas, silenciosos, abiertos, receptivos. Estad ahí, totalmente con el sonido que os rodea.
Y os sorprenderéis: un día de repente el sonido está ahí, vosotros estáis escuchando, y sin embargo hay silencio. Es un silencio verdadero que acontece a través del sonido.
Oír es una cosa... escuchar, algo por completo diferente; son dos mundos aparte. Oír es un fenómeno físico; oís porque tenéis orejas. Escuchar es un fenómeno espiritual. Lo hacéis cuando ponéis atención, cuando vuestro ser interior se une a vuestras orejas.
Escuchad los sonidos de las aves, el viento al pasar entre los árboles, el río desbordado, el océano al rugir y las nubes, las personas, el lejano tren al pasar, los coches en la carretera... cada sonido ha de ser usado. Y escuchad sin ninguna imposición sobre lo que escucháis... no juzguéis; en cuanto juzgáis, la escucha se detiene.
La persona realmente atenta se mantiene sin conclusiones; jamás saca una conclusión sobre nada. Como la vida es un proceso... nunca algo termina. Solo la persona necia puede sacar conclusiones; la persona sabia titubeará antes de hacerlo. De modo que escuchad sin conclusiones. Simplemente escuchad: alertas, silenciosos, abiertos, receptivos. Estad ahí, totalmente con el sonido que os rodea.
Y os sorprenderéis: un día de repente el sonido está ahí, vosotros estáis escuchando, y sin embargo hay silencio. Es un silencio verdadero que acontece a través del sonido.
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