"La verdad, realmente, no fue nunca predicada por el Buda, pues cada uno debe descubrirla en sí mismo." Suitralamkara
En el camino de la vida el Ser busca la verdad y quizá se olvida de que la verdad está impregnada en su interior. Todas las percepciones nos informan de algo, estar atento a la percepción es estar abierto a la verdad. Debemos estar preparados para registrar adecuadamente todo conocimiento, no como un bagaje pesado sino como amplitud de nosotros. Debemos diferenciar entre esos pensamientos ordinarios, repetitivos, que juzgan y deforman lo percibido, y los pensamientos “esenciales”, que surgen como un chispazo de luz y apuntan directamente hacia una verdad manifestada. A éstos los llamo “voz interior”, porque nacen en su Ser, son puros y penetran la realidad acoplándose íntegramente a ella. Son aquellos que hablan de lo real sin conjeturas. Pero, ¿cómo se accede a esos pensamientos puros? Son los que se manifiestan por sí solos en un determinado momento de quietud, es como decir: “una llamada de verdad me hace ver que esto es así, es su única apariencia, perenne y sustancial”.
La voz interior es la que va guiando tus pasos. La que te dice “descansa” cuando estás cansado, o “levántate y anda” cuando tu cuerpo desea hacerlo. Es la voz de tu cuerpo y de la mente no condicionada. Una voz que cuida de ti, que afina su canto por el bien de tu desarrollo. Es, podríamos decir, la voz instintiva que vela por tu Ser. Como reza el aforismo hindú: “La vida es lo que haces de ella”. Al escuchar esa voz respondes con ella a tu esencia. La responsabilidad de vivir es esa, lo que haces de tu vida y tú eres tu mejor guía, por eso resulta beneficioso cultivar el silencio, para que resuene del interior la voz de ti mismo. Como apuntó Ramana Maharshi: “Lo único que se requiere para realizar el Sí-mismo es estar en quietud. ¿Qué puede haber de más fácil?”.
Cuando se ha de tomar una decisión, elegir un camino, o simplemente, responder a una pregunta, se ha de decir lo que se siente, lo que el corazón te dicta, ir hacia algo verdadero. Recordemos lo que dijo Carlos Castaneda: “¿Tiene un camino ese corazón? Si lo tiene, el camino es bueno; si no lo tiene, no sirve.” Cuando aprendemos a mirar desde el corazón, desde esa voz callada que tanto dice –y que a veces se transforma en lumínico pensamiento- vemos que las cosas, la realidad toda tiene corazón. Un sentimiento es una recepción emocional que contiene una verdad somática, crea una realidad humana que nos recuerda precisamente eso, que somos humanos.
Sentir es estar vivo, estar embriago de aliento vital. Sentir tu voz interior es estar conectado con tu Ser, habitado por tu Esencia. La verdad pertenece al corazón y la verdad, como predicó Gandhi, “es lo que dice tu voz interior”. Qué pedir al destino sino que la felicidad y la verdad estén contigo en el camino hacia ti mismo y que el sueño de la vida se manifieste en realidad al oír esa voz eterna que palpita en tu corazón. Porque escuchar la voz de nosotros significa verdaderamente haber comprendido.
Fuente: Buscando la Paz Interior. José Manuel Martínez Sánchez. Libro completo en pdf
La voz interior es la que va guiando tus pasos. La que te dice “descansa” cuando estás cansado, o “levántate y anda” cuando tu cuerpo desea hacerlo. Es la voz de tu cuerpo y de la mente no condicionada. Una voz que cuida de ti, que afina su canto por el bien de tu desarrollo. Es, podríamos decir, la voz instintiva que vela por tu Ser. Como reza el aforismo hindú: “La vida es lo que haces de ella”. Al escuchar esa voz respondes con ella a tu esencia. La responsabilidad de vivir es esa, lo que haces de tu vida y tú eres tu mejor guía, por eso resulta beneficioso cultivar el silencio, para que resuene del interior la voz de ti mismo. Como apuntó Ramana Maharshi: “Lo único que se requiere para realizar el Sí-mismo es estar en quietud. ¿Qué puede haber de más fácil?”.
Cuando se ha de tomar una decisión, elegir un camino, o simplemente, responder a una pregunta, se ha de decir lo que se siente, lo que el corazón te dicta, ir hacia algo verdadero. Recordemos lo que dijo Carlos Castaneda: “¿Tiene un camino ese corazón? Si lo tiene, el camino es bueno; si no lo tiene, no sirve.” Cuando aprendemos a mirar desde el corazón, desde esa voz callada que tanto dice –y que a veces se transforma en lumínico pensamiento- vemos que las cosas, la realidad toda tiene corazón. Un sentimiento es una recepción emocional que contiene una verdad somática, crea una realidad humana que nos recuerda precisamente eso, que somos humanos.
Sentir es estar vivo, estar embriago de aliento vital. Sentir tu voz interior es estar conectado con tu Ser, habitado por tu Esencia. La verdad pertenece al corazón y la verdad, como predicó Gandhi, “es lo que dice tu voz interior”. Qué pedir al destino sino que la felicidad y la verdad estén contigo en el camino hacia ti mismo y que el sueño de la vida se manifieste en realidad al oír esa voz eterna que palpita en tu corazón. Porque escuchar la voz de nosotros significa verdaderamente haber comprendido.
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