Namaste es una expresión de saludo de Asia del sur originario de India. Se usa en varias tradiciones budistas así como en numerosas culturas en Asia, tanto como el hola y el adiós del idioma español, para saludar, despedirse, pedir, dar gracias, mostrar respeto o veneración y para rezar. Normalmente se acompaña por una inclinación ligera de la cabeza hecha con las palmas abiertas y unidas entre sí, ante el pecho, en posición de oración. En India, el gesto se acompaña a veces con la palabra námaste.
Proviene del sánscrito namas: ‘reverencia, adoración’, y te (dativo del pronombre personal tuám: ‘tú, usted’): ‘a ti, a usted’ («te reverencio a ti»).
El término sánscrito námaste se escribe नमस्ते en escritura devanagari. También existe el término námaskar, que significa ‘saludar’ o ‘hacer reverencias’ (siendo namas ‘reverencia’ y krí ‘hacer’).
Origen: Namaste a veces se usa en el contexto de las prácticas de yoga como un saludo de encuentro o despedida, generalmente tomado como una expresión de buenos deseos. A veces se malinterpreta como un saludo exclusivamente entre yoguis. Se utiliza a lo largo de Asia del Sur, sobre todo en el contexto de las culturas budistas, particularmente para acercarse a un superior.
Námaste es una palabra del idioma hindi, y tiene uso extendido en India del Norte donde el hindi y sus dialectos son los lenguajes hablados.
El gesto y su simbolismo
Al pronunciar námaste se llevan las palmas abiertas juntas: normalmente ante el pecho, debajo de la barbilla, debajo de la nariz, o sobre la cabeza. Este (como cualquier otro gesto) se considera un mudra (‘gesto’ o posición simbólica de las manos difundida en las religiones orientales).
Connotaciones esotéricas de la postura
En el hinduismo, la palma derecha representa la planta de los pies de Dios y la palma izquierda representa la cabeza del devoto. En otros contextos religiosos, la persona que hace el gesto de unir las dos manos elimina sus diferencias con la persona a la que reverencia, y se conecta con ella. La mano derecha representa la naturaleza más alta, la espiritual, mientras que la izquierda representa el ego mundano. La inclinación de la cabeza es una indicación simbólica de respeto.
Significa mucho más que un simple saludo:
- Lo mejor de mí te saluda.
- El Dios en mí ve y honra al Dios en ti.
- Pueda el Dios dentro de ti, bendecirte.
- Lo divino en mí saluda a lo divino en ti.
- Veo el bien en ti, porque sé del bien en mí.
- Yo saludo ese lugar donde tú y yo somos uno.
- Yo honro al espíritu en ti que también está en mí.
- Mi energía más alta saluda a tu energía más alta.
- Te saludo con reverencia no a ti, sino a tu interior.
- Mi Cristo interior bendice y saluda a tu Cristo Interior.
- Adoro a tu verdad interna (no refiriéndome a ti como un ego).
- El espíritu en mí se encuentra identificado con el espíritu presente en ti.
- Mi saludo reconoce la igualdad de todos, y rinde honor a la santidad e interconexión entre todos, así como a la fuente de esa unión.
- Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar donde mora la Divinidad, y cuando nosotros estamos en ese lugar, nosotros somos uno solo.
- Yo honro ese lugar en ti en donde habita el universo entero, yo honro ese lugar en ti que es un lugar de amor, de verdad, de luz. Y sé que cuando tú estás en ese lugar dentro de ti, y yo estoy en ese lugar dentro de mí, tú y yo somos uno solo.
- El Espíritu en mí se encuentra identificado con el espíritu presente en ti.
- Yo saludo ese lugar dónde tú y yo somos uno.
- Me inclino ante lo divino que hay en ti.
- Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar dónde la Divinidad mora, y -cuando nosotros estamos en ese lugar, nosotros somos Uno.
- Yo saludo a la luz de Dios que está en ti' 'Que la luz de Dios en mí saluda a la luz de Dios en ti.
- Te saludo con reverencia no a ti, sino a tu interior. El espíritu en mí se encuentra identificado con el espíritu presente en ti. Yo honro al espíritu en ti que también está en mí. El Dios en mí ve y honra al Dios en ti. Lo divino en mí saluda a lo divino en ti. Mi energía más alta saluda a tu energía más alta.
- Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar donde mora la Divinidad. Que Yo honro ese lugar en ti en donde habita el universo entero, yo honro ese lugar en ti que es un lugar de amor, de verdad, de luz. Que Yo sé que cuando tú estás en ese lugar dentro de ti, y Yo estoy en ese lugar dentro de mí, tú y yo somos uno solo.
- Que la luz de Dios en nosotros celebra su presencia eternamente en nuestros corazones.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Namaste
Hola gracias por este maravilloso blog, todos los temas y la selección de autores son muy interesantes. Gran trabajo. Hemos empezado con mucha ilusión un blog "amicsdelyogaenlanatura" y os hemos citado. Namaste, abrazos.
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