Unas veces me siento como pobre colina
y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado
y en otras como un cielo azul pero lejano.
A veces uno es manantial entre rocas
y otras veces un árbol con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas como laguna insomne
con un embarcadero ya sin embarcaciones
una laguna verde inmóvil y paciente
conforme con sus algas sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza confiando en que una tarde
te acerques y te mires, te mires al mirarme.
Sabés que de los yoruguas -como yo- me gustan más Delmira Agustini, Herrera y Reissig, Felisberto Hernández, Onetti y Galeano, pero creo que Don Mario tiene la virtud de levantarte el ánimo, no sé, me parece... ¡Saludos!
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