La palabra sánscrita «mandala» significa «círculo» y, más concretamente, «pensamiento contenido dentro de un círculo». Con este vocablo se designa todo tipo de imágenes organizadas alrededor de un punto central, que pueden contener múltiples formas geométricas y simbólicas. Los dibujos pueden ser muy complejos (como los pintados por los monjes tibetanos, ordenados según unas estrictas normas de composición y referidos a una tradición compleja) o muy sencillos y naturales: un punto en el centro de un círculo, una flor abierta, un sol. Los niños dibujan estas formas primordiales de manera espontánea.
El mandala es una herramienta de recentrado, permite reencontrarse con uno mismo, para calmarse, «retirarse» (dejar de someterse a las presiones del grupo), sentir la vida interior, encontrar el origen. Así, por ejemplo, se proponen ejercicios de observación de la respiración, de escucha de los sonidos interiores, de concentración visual y de ejercicios corporales como automasajes, estiramientos o posturas de relajación. Manera de proceder:
- Previamente el adulto creará una carpeta con variedad de modelos impresos (fotocopiar para conservar el original) Puede clasificar por grado de dificultad para utilizarlo según la edad del niño.
- El niño elige por sí mismo el dibujo del álbum que más le atraiga en ese momento.
- Se instala en un sitio tranquilo donde no sea molestado mientras esté realizando esta actividad.
- Tiene que tener a su disposición una amplia gama de colores (marcadores, lápices, crayones)
- Puede transformar el dibujo a su gusto y añadir todos los elementos que desee.
- Para la comprensión de esta actividad, es importante que observe su estado interior antes y después del coloreado. Antes de un trabajo de concentración, 10 minutos pueden ser suficientes para reencontrar la calma.
- En la escuela o en casa puede ser una actividad de relajación espontánea muy eficaz.
- Colorear hasta que considere que está terminado, si el tiempo no alcanza guardar para continuar el mismo en otro momento.
- Es una actividad libre, no se puede obligar a pintar un mandala cuando no se desea.
- Es importante una buena ventilación, iluminación y sonoridad del ambiente (música tranquila)
- Respetar la dirección en que se ha empezado a pintar tomando como referencia el punto central.
- Si se pinta del centro hacia afuera libera las energías internas hacia el exterior.
- Si se pinta de afuera hacia adentro, encontrará meditativamente su propio centro.
- Evitar influir en la elección del modelo, los colores o cómo debe pintarlo.
Fuente: Mandalas y Pedagogía. Marie Pré. Imágenes tomadas de la Red.
Muchas gracias por compartir con nosotros este material
ResponderEliminarmuchas gracias por compartir estos materiales con nosotros, que el universo te llene de más amor
ResponderEliminarComo guardo la imagenes?
ResponderEliminarGracias por compartir el material y la información.
ResponderEliminarExcelente material e información.
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